CONVOCATORIA

“Convención Socialista por la Educación Pública”

20 y 21 de Enero de 2012

Centro de Eventos USACH

 El año 2011 será recordado por mucho tiempo por las profundas movilizaciones estudiantiles y de otros sectores del pueblo exigiendo una reforma estructural de nuestro sistema educacional, tanto en la educación general como en la educación superior. Quizás haya que remontarse a la época de la reforma universitaria de los años sesenta del siglo pasado, al rol de la Fech en la “revolución de la chaucha” o en la lucha contra la dictadura de Ibáñez en los treinta, para encontrar otro momento en nuestra historia nacional en la cual los estudiantes hayan puesto en el primer lugar la necesidad de una transformación profunda de la educación y a través de ella de las condiciones generales en que se desenvuelve nuestro sistema social, económico, político y cultural.

Estas profundas movilizaciones sociales no han tenido su motor sólo en reivindicaciones de corto alcance o en exigencias de cambios cosméticos o ajustes del modelo imperante. Por el contrario, han rechazado todos los supuestos con que el discurso tradicional se aproxima al tema educacional.

Han cuestionado el carácter mercantil, la naturaleza de bien privado y de consumo que se le asigna a la educación, incluso en ciertas visiones desarrollistas, y ha relevado la naturaleza de derecho humano y social de la educación, con el consiguiente deber y obligación del Estado de proveerlo, mantenerlo y garantizarlo.

Han cuestionado la visión asistencialista del rol del Estado en materia de acceso y progresión en el sistema educativo, reafirmando la gratuidad como derecho y la calidad para todos y todas de los resultados educativos.

Han denunciado el lucro y la intromisión empresarial en la educación, reivindicando la existencia de un fuerte sistema nacional público de escuelas, colegios, institutos técnicos y universidades, debidamente financiados a través de tributos progresivos y de los ingresos generales de la Nación.

Han roto la ilusión del sistema educativo como mecanismo de movilidad social, revelando el carácter profundamente inequitativo y desintegrador del actual modelo, que segmenta, forma guetos y hace imposible e irreal la promesa de la igualdad de oportunidades.

Han puesto el eje de sus demandas en la calidad, pero en una concepción amplia y abarcadora, que no la arrincona en instrumentos de medición estandarizados, que reducen el currículo y atentan contra la formación integral y lo que es peor, lanzan a los estudiantes a una competencia interpersonal descarnada.

Este movimiento ha conseguido expandir sus demandas y su visión crítica a pesar del cerco informativo y de las tergiversaciones de que ha sido objeto por el Gobierno y por los comentaristas oficiales. Sus niveles de adhesión son elevados en la ciudadanía y en diversos sectores del pueblo. Dependerá de sus próximos pasos ampliar su red de aliados y su capacidad de propuesta. El año 2012 seguirá siendo un periodo de expansión, de acumulación de fuerzas y de levantar propuestas alternativas que conciten alianzas sociales y políticas amplias.

El Partido Socialista de Chile y los partidos de la Oposición han seguido con atención este proceso y reconocido coincidencias fundamentales con las críticas y propuestas del movimiento estudiantil. Debemos continuar trabajando por un Proyecto Educacional para Chile a partir de la convergencia de todos los actores que quieren cambios fundamentales.

En ese contexto, el Presidente del Partido Socialista, su Comisión de Educación y el Instituto Igualdad convocan a una “Convención por la Revitalización de la Educación Pública”, a desarrollarse los días 20 y 21 de enero, en la ciudad de Santiago.

De todos los temas que están implicados en una reforma integral del sistema educativo hemos querido asumir, en primer lugar, la discusión sobre el nuevo modelo de educación pública que debe surgir después de dar por superada la etapa actual de modelo de mercado y competencia a nivel escolar y superior.

Una de las primeras conquistas del movimiento de reforma educativa ha sido obligar al Gobierno a presentar un proyecto de ley de reforma del sistema actual de administración de escuelas y liceos. La propuesta que ha hecho es limitada, insuficiente y no aborda el problema en su integralidad, pues no se trata sólo de un tema de institucionalidad o de dependencia. Por cierto que se trata también de un tema de financiamiento y, especialmente, de contenidos y sentido de la educación. Para los socialistas se trata en primer lugar de un tema de fortalecimiento de la democracia y de construir un sistema educativo integrador, que ayude a la promoción social y que provea resultados de calidad similar a todos los chilenos y chilenas,  sin importar el lugar donde viven, su origen social o étnico o sus capacidades personales o las de su familia y entorno.

Otro tema relevante del debate es la necesidad de un cambio de fondo en el sistema de educación superior. En esta materia también el Gobierno ha hecho propuestas insuficientes y fragmentarias, sin atender a la demanda profunda por un nuevo sistema de educación terciaria. El cumplimiento efectivo de la prohibición de lucro en este nivel educativo, los niveles de gratuidad que el Estado debe garantizar, el fortalecimiento de una red de universidades y centros de formación profesional y técnica del Estado, la prohibición de transferir recursos del erario a instituciones sin control público y sin idearios laicos y pluralistas, la rearticulación de la formación técnica, el establecimiento de un verdadero sistema de acreditación, de control de calidad previa de carreras y sedes y de rendición de cuentas, el incremento del gasto en ciencia y tecnología, son todos aspectos de un debate más global que debe incluir la reforma de la Constitución para fortalecer el derecho a la educación y la derogación de la LOCE vigente en esta materia desde los tiempos de la dictadura. Esta agenda requiere una visión de conjunto y una nueva orientación.

El Partido Socialista debe ocupar un lugar relevante frente a la opinión pública y los actores políticos y sociales, en las tareas que se avecinan, sea en la calle, en el parlamento y junto a nuestros aliados. Los socialistas ponemos al centro de nuestro accionar la revitalización y fortalecimiento de la educación pública, de carácter laico, gratuita e inclusiva y de la mayor calidad para todos y todas y a lo largo de toda la vida. Para cumplir con estos propósitos debemos acordar y construir un marco de ideas fuerza y propuestas de transformación estructural, que nos sirva de orientación para la actuación de nuestros representantes en el parlamento, en las alcaldías y concejalías, así como en los frentes sociales y gremiales.

Es por lo anterior que convocamos a nuestra primera “Convención Socialista por la Educación Pública”, donde debatiremos y acordaremos los contenidos políticos necesarios y suficientes para cumplir con la meta de ser un actor central del accionar político progresista y de izquierda, en la lucha por una educación cuyo modelo responda a los intereses de las mayorías y de los sectores medios, de los trabajadores y de los sectores populares de nuestra Patria.

COMISIÓN ORGANIZADORA CONVENCIÓN

§  Presidencia Partido Socialista de Chile

§  Comisión de Educación

§  Instituto Igualdad

Santiago, 2 de Enero de 2012